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El Ñato

El Ñato. No …, no se trata del apodo o mote de una persona ni mucho menos, aunque, por supuesto en esas épocas —décadas del 60 y 70 del siglo pasado— había algunas personas con el apelativo de Ñato o Ñata, recordamos al Ñato Olaguivel (+), al Ñato Carvajal y —con mucha ironía—al Ñato Zacca, también recordamos a mujeres con ese mote; la Ñata Paz y la Ñata Flores. Nuestro relato trata de un camión que prestó sus servicios a YPFB en los enrevesados y tortuosos caminos abiertos durante el periodo de auge de la explotación petrolera y que contribuyeron posteriormente al desarrollo de la actividad agrícola en la región de Bermejo. El Ñato en cuestión agotó su ciclo de vida entre del campamento y los pozos petroleros de la región entre la década del 50 y parte de los 60. A mediados de ésta ultima década el camión se encontraba en desuso y desahuciado en los talleres de la empresa estatal de hidrocarburos.

El Ñato, denominado así por falta de morro o trompa, que es en gran parte una de las cosas que diferenciaban, y todavía es así, a los camiones que proceden de Europa de los camiones con morro fabricados en Estados Unidos. Los grandes camiones petroleros estadounidenses en el llamado Distrito Sur de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos: Bermejo, Sanandita y Camiri, eran de marcas como White, Kentwort, Mack o International, y son, dicho en lenguaje popular, «trompudos», aspecto que los diferencia de los camiones de origen europeo. Y… El Ñato era europeo, más propiamente ¿alemán? ¿de qué marca? posiblemente Mercedes Benz, aunque algunos consideran que era de la marca estadounidense International. Hechas las indagaciones, y gracias a la memoria de Carlos Orozco, constatamos su origen europeo, pero no alemán sino italiano: el Alfa Romeo 950, camión fabricado entre 1954 y 1958, el modelo 950 era un derivado del modelo 900 que se produjo entre los años 1947 y 1954.El modelo 950 fue reemplazado por el Alfa Romeo Mille que se produjo hasta el año 1964 (https://archivodeautos.wordpress.com/2017/02/28/alfa-romeo-950-un-camion-poco-conocido/).

Pero, ¿qué tiene de especial un camión, fuera de tan expresivo nombre: El Ñato, apelativo que le pusieron los muchachos y los habitantes de esas épocas? Se trataba del camión rojo Alfa Romeo 950, no de un bus o un colectivo, utilizado con primer transporte escolar en Bermejo a fines e la década del 60 y comienzos de los 70., es decir un servicio para que los estudiantes de las escuelas Eduardo Avaroa y 6 de agosto y el colegio secundario Fray B. De Nino, que vivían en «el pueblo», pudieran asistir a clases en dicho medio de transporte.

Es posible que la iniciativa de habilitar un medio de transporte escolar haya surgido del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Bermejo y que los ejecutivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos accedieran al pedido haciendo reparar y acondicionar, con los mecánicos de la empresa, un camión en desuso para que pudiera realizar el servicio de transporte escolar, trabajo en el que también intervinieron carpinteros que implantaron bancos de madera en el sitio destinado a la carga para que los usuarios de tan particular transporte pudieran sentarse, aunque los asientos no eran cómodos ni tan mullidos. Aparte de eso adaptaron un toldo para que los usuarios se resguardaran del ardiente sol y de las copiosas lluvias propias de la región. YPFB designó a Elías Trujillo, antiguo trabajador en Bermejo, como el encargado de conducir al Ñato. El trayecto del «bus» escolar comprendía desde el antiguo cementerio, sobre el que se estableció la casa de la familia Veizaga (sita, actualmente, en la esquina formada por la avenida Bolivar y la calle Litoral)) pasando por la avenida Barrientos Ortuño, con una parada en la plaza Narciso Campero (frente a las oficinas de la actual parroquia de San Antonio) para luego dirigirse por las avenidas Barranquera y Petrolera hasta los establecimientos escolares nombrados anteriormente. En su recorrido subían al Ñato los Orozco, los Martínez, los Tintilay, los Mendoza, los Figueroa, los Vasco y muchos muchachos y muchachas que eran «pueblerinos», como eran denominados de alguna manera peyorativa por algunos desubicados en su afán de manifestar las diferencias, cuando no discriminación, entre los que vivían en el campamento y los del creciente y pujante pueblo, desconociendo la profunda vinculación que existía entre ambos.

El Ñato terminó sus días en el taller mecánico de la familia Montesinos, ubicado en lo que actualmente es la calle Cochabamba, entre la calles José Yache y Chuquisaca, donde se sitúa el mercado Moto Méndez, en las inmediaciones de la entrada al barrio 21 de diciembre.

Años después, Industrias Agrícolas de Bermejo habilitó un servicio de transporte escolar, pero esa es otra historia que convendría reflejarla en algún momento.

https://www.trucksplanet.com/catalog/model.php?id=1081

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