Campamento Bermejo
CAMPAMENTO BERMEJO
(Los orígenes urbanos de Bermejo)
La riqueza contenida en la serranía Candado-Suaruro ubicada en el Subandino Sur de nuestro país dio origen a la industria extractiva de los hidrocarburos en el país y a la población del Campamento Bermejo, así denominado por los empresas que se hicieron cargo de la exploración, perforación y producción de las entrañas del Candado. El pozo Bermejo (BJO-X2), perforado entre 1922 y 1924, descubridor y todavía productor de petróleo, se ubica en dicha serranía al igual que otros pozos que se emplazaron en San Telmo, Tigre, Toro, Barredero, Arrozales, etc.
Esta nomenclatura, la de Campamento, resulta en cierta forma militar. En realidad una de sus acepciones consigna esta especificidad como el lugar donde se establecen temporalmente las tropas de un ejército en campaña alojadas en tiendas o barracas; otra acepción señala al conjunto de tiendas de campaña donde se instala un conjunto de personas que van de camino a un lugar o se reúnen con algún fin.
En la lógica de la explotación de hidrocarburos, la estadía, el poblamiento, los trabajos tienen que ser temporales. Pero ¿cuántos campamentos provisionales (lo de provisional resulta una redundancia tratándose de un campamento) no se convirtieron en poblaciones permanentes o dieron lugar a ciudades?. En el caso de la explotación petrolera boliviana son tres los casos paradigmáticos: Camiri (Santa Cruz), Bermejo y Sanandita (Tarija), este último en menor medida, pues desde su desmantelamiento como campamento petrolero, en octubre de1980 (bajo la dictadura de García Meza) se creó el centro militar Escuela de Cóndores (ESCONBOL), especializada en la lucha contrainsurgente, con una población civil muy reducida.
En el vecino país, Argentina, son emblemáticas las ciudades de Comodoro Rivadavia (Chubut)) y General Mosconi (Salta). Aunque la primera ciudad fue fundada en 1901, experimento su crecimiento a partir de la explotación petrolera en 1907. General Mosconi, se originó en el campamento petrolero Vespucio (surgido en 1921), prácticamente abandonado en la actualidad.
En todo caso, «anexo» al Campamento Bermejo surgió lentamente el pueblo de Bermejo. Y en este devenir histórico de Bermejo, el «anexo» resultaba ser la población que se estableció circundante al Campamento, que fue experimentando su propia dinámica con servicios adicionales al campamento, de tal manera que la relaciones sociales, económicas, políticas y culturales entre el Campamento y el «anexo» comenzaron a ser fluidas. En este emplazamiento «anexo» se establecieron los comercios, las precarias oficinas públicas, etc. Contribuyó substancialmente a este proceso el hecho de que los trabajadores petroleros que no asimilaron la lógica de campamento, y buscaban un lugar de arraigo permanente o de largo tiempo (contrariamente a aquellos que consideraban permanecer un tiempo y luego pasar a trabajar a otro campamento u otro lugar, según los requerimientos de la empresa petrolera) se establecieran en el pueblo. De ese modo, el Campamento y el «anexo» en cierta forma se fusionaron, pues barrios enteros del naciente pueblo de Bermejo estaban compuestos por trabajadores petroleros que laboraban en el Campamento y los pozos petroleros.
Con el transcurso de los años, y tal cual se prefiguraba, el Campamento llegó a su fin y se tornó en un «anexo» de la naciente ciudad, pero un «anexo» descuidado y precario, afectado por intereses políticos o de grupo que impiden al menos su conservación como patrimonio histórico de Bermejo. Cuanta desidia, cuánta negligencia, cuánto abandono, cuánto desinterés, cuánta imposición, cuanta estrechez de miras, cuánta mezquindad, cuánta ignorancia todavía veremos para que los decisores públicos y la sociedad bermejeña configuren y definan una estrategia orientada a la progresiva valoración de las viejas instalaciones del Campamento como monumentos y símbolos que contribuyen a la historia e identidad sociocultural de Bermejo.
Muchos podrán decir que no hay monumentos en ese Campamento, quienes así piensan y se posicionan son los portadores de una corriente que niega los orígenes bermejeños y que tratan de imponer nuevas pautas culturales desterrando lo propio. Desde nuestro parecer, el conjunto del Campamento, o lo que queda de el, es un monumento, sea por historia, por su emplazamiento, por su diseño urbanístico o por sus construcciones. Y cuando hacemos referencia al conjunto hago mención a todos los componentes del Campamento ampliado, incluidos sus barrios (aunque resulte curioso hablar de un Campamento con sus barrios) pero así fue, tenía sus barrios que luego se convirtieron en barrios de la nueva ciudad.
En ese sentido, y a modo de ejemplo, resulta insuficiente poner un réplica de una esmirriada torre petrolera a la entrada del barrio 21 de diciembre, cuando en los nombres de las calles de la ciudad no se hace referencia a los lugares, los hitos históricos, los fundadores o los primeros pobladores, los nombres de los campos o pozos petroleros, etc. En ese sentido, resulta una excepción encontrar una calle con el nombre de Pompilio Guerrero (ciudadano que durante la Guerra del Chaco) denunció la existencia de un ducto clandestino que transportaba petróleo desde el pozo BJO-X2 a Aguas Blancas (Argentina).
Por lo tanto, queda mucho por hacer para avanzar hacia una mayor valoración de los orígenes de Bermejo en la perspectiva de instalar un imaginario acorde a una identidad y autoafirmación bermejeña. Se destacan en esta línea los trabajos de investigación de Wilson Mendieta Pacheco, Rubén Durán Romero y Germán Vega Vídez, la recopilación fotográfica de Ego Camacho (ver fotografías) en el sitio https://www.facebook.com/pablo.camacho.188?fref=ts, la acción autoafirmativa de los residentes bermejeños en distintas ciudades de nuestro país y muchos bermejeños que permanecen en su terruño, descendientes de los primeros pobladores, que han institucionalizado sus reuniones anuales en Bermejo y que mantienen vivo ese sentimiento por lo propio.